mi padre y yo caminábamos
hacia un terreno baldío y abierto al campo
como si fuera una película de Fellini
a la izquierda había un circo inmenso
a la derecha, un sendero que se transformaba
en un largo camino cubierto de árboles
vamos por el bosque, me dijo
y a la entrada del mismo, en una pequeña habitación
nos encontramos con un hombre ya mayor y otro muy joven
que nos preguntaron cómo mismo era la letra de una canción
¡ah! ¡Benedicto! ¿recuerdas cómo era? le pregunté
y mientras tarareaba la melodía
nos pusimos a cantar a todo pecho:
ayer era tu amante enternecido
ahora soy tu amigo de ocasión
tú quieres que yo vuelva arrepentido
y yo jamás iré a pedir perdón
y así, abrazados y cantando
nos metimos por ese sendero protegido de árboles
como el viejo león y el hombre de lata
que se pierden por el camino de ladrillos amarillos
* * *
En el 2002 éramos otros
En el sueño los mismos
Miguel Donoso Pareja
Era también el mismo
Con nosotros jugaba desaforadamente fútbol
En medio del polvo y la ventisca
(¡Oh! ¡Nublado y hermoso día del verano guayaquileño!
¡Cuántas buenas sorpresas nos trajiste!)
En el sueño nos habíamos reconciliado:
Mario Campaña se reía
Y Juan Moreno y Ricardo Maruri
Corrían en lo alto de la colina
Como en una escena de Bergman
Mientras entonaban cantos infantiles
Pero sin ser llevados de la mano por la muerte
Y también estaba Hugo Salazar Tamariz y Agustín Vulgarín
Que me hablaba de su Cuadernos de Bantú
Eramos los que siempre quisimos ser
Luego, cansados ya de tanta lucha y competencia
Bajamos pequeñas elevaciones y cruzamos el Puente 5 de Junio
Eramos tres grupos e íbamos uno detrás del otro
Junto a mí iba Jorge y otro amigo del Colegio Eloy Alfaro
(a quien nunca más vi y que era todos a quienes nunca más
vi)
Detrás venían el gordo Páez, el negro Jaén, el cholo Cepeda
Mi querido sobrino Germán Simisterra, mis hermanos y mi
padre
Y contentos caminábamos esa mañana de nuestra vida