viernes, 6 de mayo de 2016

Juan Leon Mera y sus "Cantares del pueblo ecuatoriano"



En la imaginaria biblioteca de mi juventud, cotejada con los pocos libros que la realidad me ofrecía, una obra llamativa siempre resultó la de Juan León Mera. Conocido por el Himno de Ecuador y su "Cumandá", Mera ha sido ignorado como folklorista y antropólogo cultural. Obviamente, me refiero a su ejercicio intelectual práctico, no a ningún diploma académico.
He disfrutado algunas horas, en los últimos días, reflexionando con brevedad pero entusiasmo su introducción ("Estudio") a la poesía popular (siempre coplas), a la cual revisa desde varios ángulos (quizá lo más interesante de su trabajo), Mera recopila poemas populares, impresos y orales, los enlista y divide en la tradición clásica (divinos y humanos) y por temas (amatorios, políticos, matrimoniales, morales, etc). Luego se convierte en esteticista y les confiere más o menos valor, según se acerquen a su canon literario y gusto personal. Al final, deja hablar al moralista que lleva dentro y nos dice cuáles poemas merecen ser publicados y cuáles dejados al olvido: "he cuidado de no conservar el gran número de versos ofensivos de la moral...creo no haber incluído ninguna de color escandaloso".
[Digresión: Como toda lectura fecunda a varios tiempos, he recordado en la mía el cancionero del pasillo ecuatoriano, tan abundante y elaborado en su tradición, y con pena y molestia lo he comparado a la poco imaginativa y muy plagiadora lírica de muchos cantantes de moda, o cantores del "folklor urbano", quienes nunca se han dado cuenta de que su tabla de salvación consiste en adentrase y cantar la poesía popular ecuatoriana (esa que sale en las antologías como la de Mera, los libros de coplas montuvias o las décimas esmeraldeñas o de Guaranda, no se diga en los grandes poetas que ha dado Ecuador), pues hay varias ediciones disponibles. No dejar que la ignorancia y egocentrismo también les gane esta batalla de pobreza imaginativa].
Esta recopilación de Mera, en realidad es continuación de su "Ojeada histórico-crítica de la poesía ecuatoriana" de la cual ya me ocupé anteriormente:
http://fernandoiturburu.blogspot.com/2015/06/juan-leon-mera-y-el-sectarismo.html
La vieja y popular edición de Clásicos Ariel, prologada por el incansable Hernán Rodríguez Castelo (otro sabio que la intelectualidad ecuatoriana ha olvidado) nos ofrece dos tomos. Los primorosos versos cortos del primero (43) han sido filtrados por la ideología del recopilador, y con ello ha desaparecido todo vestigio de realidad plural y realismo, pues, como es sabido, es en el discurso satírico y epigramático de los siglos anteriores en donde encontramos abundante información histórica, muchas veces en detrimento de bondades estilísticas y del pensamiento hegemónico.
De esta manera, el cancionero popular de Mera forja una idea de lo que es el país que quiere promover, aquel que podría ser de ecuatorianos "más alegres que maliciosos, o de malicia tal que bien puede llamársela (sic) inocente", intento que cuadra perfectamente en su ideología romántica, la cual, al menos en esta recopilación, se muestra, a pesar de su esfuerzo, como contradictoria.
Pero, como toda poesía popular, la poesía oral ecuatoriana no escapa a influencias, copias y préstamos. Mera mismo señala el origen colombiano de algunas y su combinación en presentación bilingue (quechua y español), aunque hoy por hoy es posible verificar esas coplas en varios países de América Latina. Añado los obvios reciclajes del arte menor ibérico en tierras de Indias, la asunción y modificación del canon europeo en los períodos colonial y pre-republicano,  y la nueva producción de lo que hace más de veinte años fue llamado "Barroco de Indias" para señalar la hibridez de nuestra América (india, negra, blanca, asiática, árabe, judía, etc). Esta fluidez la encontramos más claramente en el segundo tomo de los "Cantares" de Clásicos Ariel (44). Veamos.
Para el segundo tomo, Mera incluye poemas más sueltos, alegres, inventivos y hasta de zoología fantástica (otro rasgo medieval y renancentista), junto a sorprendentes coplas que darían mucho placer tanto al lector común como a cualquier estudioso post-moderno de formación clásica. Aparecen poemas costeños (amorfinos) y serranos -quichuas, mezclados o traducidos-  de baile, borrachos, fiesta, flirteo y un gran etcétera, como las que cito a continuación:

Cuando yo me esté muriendo
Pondránme un Cristo en la mano
Como no soy alfarista
Moriré como cristiano

   * * *

A la guerra voy con gusto
Dejando a quien mi alma estima,
Para pelear contra Alfaro,
Que dizque es masón de Lima

   * * *

Ya pasamos el Salado,
Ya estamos en Guayaquil
¡Viva la tropa serrana!
Cuatro valemos por mil

   * * *

Mi suegra puro vinagre
Mi cuñadita un ají,
Mi mujer un rico bagre:
¡Qué escabeche para mí!

   * * *

Pescador, echa el anzuelo
Sin saber qué ha de salir:
Así el pueblo echa su voto
Presidente para elegir

   * * *

El soldadito serrano
Tiene Dios, patria y honor,
Y se llama con orgullo
Soldado conservador

   * * *

Un ciego estaba escribiendo
Un mudo le estaba dictando
Y detrás de la pared
Estaba un sordo escuchando

   * * *

No eres mujer ni eres hombre
No eres hombre ni mujer,
Ni uno y otro al mismo tiempo:
Yo no sé qué puedas ser

   * * *
Triste suerte la del indio
Come mal y mal se viste
Trabaja como un borrico
Y hasta cuando baila es triste

   * * *

Cualquiera que se aventure en los "Cantares del pueblo ecuatoriano" podrá gozar al entender "lo ecuatoriano" como condición humana original y móvil, internacional y local, como producción cultural e ideología que desde siempre estuvo abierta a las influencias, pero celándose de esas mismas influencias, esforzándose en proclamar una identidad que aún busca resolver su origen en oposición a otros, en vez de abrazar la contradicción como parte de su esencia (algo que el gran Fernando Mieles trata nuevamente en su film "Prometeo deportado").
Dejo aquí un enlace que nos lleva al original. Disfrute el lector con la recopilación de quien más y mejor trabajó en su tiempo por un país que quería fundar en la imaginación de sus compatriotas:

https://archive.org/details/antologiaecuator00merauoft