martes, 12 de octubre de 2021

Crítica del libro "Galápagos. Imaginarios de la evolución textual en las islas encantadas" de Esteban Mayorga

[Publicada en Revista Iberoamericana. Vol. LXXXVII, Núm. 276, julio-septiembre 2021]



Este libro de 208 páginas es originalmente una tesis doctoral. Consta de una introducción llamada “Narrativas insulares”, siete capítulos, conclusión, anexo, notas, obras citadas, índice alfabético y dos páginas en inglés y español acerca de la publicación y su autor.

Las preocupaciones centrales son la manera en la que se han construído diferentes percepciones de la islas Galápagos y el lugar que éstas ocupan en “el imaginario” internacional y ecuatoriano. Son recurrentes las nociones de modernidad, nation building e identidad nacional en la relación archipiélago-Ecuador y viajeros.  El libro “propone que los textos que intentan representarlas responden a intereses que no se manifiestan de modo evidente en una primera lectura. La intención no es mostrar estas relaciones, sino trazar vínculos entre ellas y los textos que viajeros, exploradores y escritores compusieron” (1). Este libro es fundacional dentro y fuera de Ecuador y, como es lógico, está expuesto a falencias e inacabados aciertos propios de todo debate nuevo y rico en variaciones.

Para “trazar vínculos” se analizan obras de varios períodos, géneros y objetivos; colonial: Cartas a su majestad de Tomás de Berlanga (c. 1535) e Historia de los Incas de Sarmiento de Gamboa (c. 1572); siglo XIX: The Voyage of the Beagle de Charles Darwin (1839), The Encantadas, or The Enchanted Isles de Herman Melville (1854) y El pirata del Guayas de Manuel Bilbao (1855); siglo XX: Galápagos a la vista de Bolívar Naveda (1952); siglo XXI: Galápagos: huellas en el paraiso del cantautor Hugo Idrovo (2005). Esta variedad extrema en los textos seleccionados pondrá a prueba la destreza en la aplicación teórica desplegada en el libro. 

El punto de vista analítico se desprende, principalmente, de algunos conceptos provenientes de los “estudios culturales”. El lenguaje utilizado se caracteriza por abstracciones y elucubraciones metatextuales que, sobre todo en los primeros tres capítulos generan una sintaxis hermética que desvirtúa el propósito original de mostrar lo que no es evidente en el diálogo que se busca entre textos canónicos y locales sobre las Galápagos. Por lo tanto, este rasgo estilístico, familiar en publicaciones de teoría postmoderna, en Galápagos Imaginarios de la evolución textual en las islas encantadas será una virtud y una limitación.

Como virtud tenemos: a- la inclusión de un tema inexistente en la crítica ecuatoriana y poco estudiado en la literatura internacional, b- el esfuerzo por hacer uso de teorías y críticos relevantes en la investigación académica contemporánea, c- la heterogenidad de los textos comentados que claman por un abordaje interdisciplinario, d- el deseo de establecer un diálogo entre escritura literaria y la  importancia geopolítica de las Galápagos y el ecoturismo, e- el esfuerzo por darle  coherencia y sistematización a la contrucción imaginaria de las Galápagos en situaciones discursivas que desafían los límites entre ficción y realidad, tiempo pasado y tiempo presente, nacional e internacional, f- medir los alcances y la recepción de textos sobre las Galápagos, establecidos internacionalmente (los de Darwin y Melville) que se oponen a textos menores, coincidentemente escritos en español.  

La primera limitación del libro es la falta de descripciones detalladas de los textos y autores que analiza, lo cual dificulta lo que se trata de establecer. Esto, a ratos se quiere compensar con citas que, en realidad refuerzan estratégicamente las tesis del autor mas no ayudan con la comprensión del análisis.

La preferencia por el lenguaje abstracto, acaso vago, que domina la primera parte del libro y pasa a segundo plano en la segunda, reaparece en la larga conclusión. Un ejemplo: “La enunciación del postulado evolutivo sugiere más de una conexión a considerarse con la filosofía de Berkeley, especialmente con relación a la cualidad primaria como grado de diferenciación en cuanto a la posibilidad de describir un objeto que se deba a la impresición de, por dar ejemplos, el sentido de la vista confrontado con el del tacto, o el auditivo con el olfativo, en cuyo caso la experiencia vuelve  a configurarse” (51). El mensaje cifrado y la autoreferencialidad reducen el número de lectores potenciales del libro y desvía la atención de las ideas centrales.

La orientación teórica y el afán investigativo del libro se hacen sobre dos grandes ausencias. La primera es del corpus literario y las convenciones retóricas del período renacentista y sus estudiosos (Siglo de Oro, sobre todo) que es el macrocosmos de la literatura colonial, pues temas como utopía, diastopía, el salvaje, viajes hacia lo desconocido, naufragios, nunca son puestos con contacto con la tradición a la que se deben. Se omite también la novela Robinson Crusoe de Daniel Defoe (publicada en 1719) referencia necesaria en todo relato de viajes, así como se ignora la voluminosa bibliografía sobre las obras de Darwin y de Melville. Algo similar ocurre con la obra de Julio Verne. No queda claro tampoco por qué, por ejemplo, la novela Galapagos de Kurt Vonnegut, no es analizada, siendo un referente literario mundial sobre las islas y cuyo argumento y estilo están en coordenadas de la globalización, y corresponden directamente a la preocupación del libro de dar cuenta de cómo viajeros internacionales han impuesto su visión de las Galápagos.

La segunda gran ausencia es la información histórica, tan necesaria en el mundo hispano cuando se estudia obras anteriores al siglo XX. Esto se desprende del uso meramente táctico de las citas bibliográficas y conceptos -que se confirma la lista final utilizada- algunos sacados de fuentes secundarias (como ocurre con de Certeau, Derrida y Kristeva). El libro menciona a algunos historiadores de Quito que han publicado sobre las islas, pero se ignora por completo la obra de especialistas en los períodos analizados, como Las ambiciones internacionales por las islas Galápagos (1985) de Jorge W. Villacrés Moscoso. Se incluye el nombre de Margret Witmer en la bibliografía (¡en alemán!), pero no se analiza su libro Floreana, lista de correos. Una familia Robinson en las islas Galápagos”, publicado en 1976, referencia frecuente en la información del archipiélago. Los límites de la información histórica se explican también en la falta de investigación en archivos, bibliotecas y hemerotecas de Guayaquil (el mayor puerto ecuatoriano de intercambio con el archipiélago) o de archivos de Quito, abundantes en datos marinos e información sobre el intercambio entre el continente y las islas.  

La conclusión del libro recoge algunos aciertos del análisis, pero introduce nuevos nombres y citas de críticos y abraza el estilo de metaescritura de los capítulos iniciales: “la diferenciación entre la impostada estabilidad o su ausencia, tanto en el nivel imaginario como en el de la identidad política, está asociada a varios de los niveles discursivos que subyacen al discurso hegemónico dominante” (141). 


Galápagos. Imaginarios de la evolución textual en las islas encantadas, como todo nuevo esfuerzo, abre camino para una discusión más detallada y con mayor conocimiento tanto de las tradiciones literarias y sus “imitaciones” (de imitatio), como del contexto histórico en las que fueron producidas. Así, ese deseo de “trazar vínculos”, anunciado en la introducción (“Narrativas insulares”), unido a un sistema teórico menos atomizado, podría traducir en el texto la madurez intelectual que el objeto de estudio reclama. 

[MAYORGA, ESTEBAN. Galápagos. Imaginarios de la evolución textual en las islas encantadas. West Lafayette, Purdue UP, 2019].