Obama y Correa ofrecen paralelismos sorprendentes:
1- Tienen sólida formación académica alcanzada en excelentes universidades;
2- Desde muy jóvenes se involucraron en el sevicio social a los necesitados;
3- Desde jóvenes también fueron atraídos por una agenda socialista en el caso de Correa, y progresista en el caso de Obama;
4- Se han fogueado en el servicio social a los otros y no en la militancia partidista;
5- Ambos han vivido la experiencia de crecer sin padres (en masculino) y, para orgullo de ellos y sus seguidoras: bajo la mirada atenta de una fuerte figura materna;
6- Ambos conocieron los traslados geográficos y el encuentro con otras culturas a temprana edad: Obama en Indonesia y Correa en las comunidades indígenas del Chimborazo;
7- Ambos han luchado por ser profesionales de éxito: haciendo de la educación el mejor camino para salir adelante;
8- Son de la misma generación;
9- Es conocida su devoción por su familia y, sobre todo, por sus hijos, a quienes dedican mucho tiempo;
10- Ambos enfrentan una dura y ciega oposición que no escatima en atacarlos desde los frentes personales más sensibles: racismo en el caso de Obama, psicologizaciones en el caso de Correa;
11- Ambos son autores, escritores de libros importantes en sus carreras políticas y en su visión del mundo (ambos escriben con claridad y sencillez, llamando a las cosas por su nombre, siendo muy didácticos y transparentes en el contenido y la expresión);
12- Ambos se han rodeado de un fuerte y compacto grupo de colaboradores, en general, fieles a sus liderazgos; con excepciones claras: el "primo" Delgado y los demócratas que votan contra Obama en el Congreso;
13- Ambos suscitan odios férreos que van más allá de lo usual en política, incluyendo intentos de asesinatos, sobre todo de manera indirecta.
Las diferencias, menores que sus similitudes, son también claras: el de EEUU es una persona afable, sonriente, cuidadoso en la manera en que dice las cosas (sin ser diplomático cuanto reservado). Correa es más vehemente y frontal. Obama busca el hasta ahora fallido consenso en una oposición sorda y Correa advierte y ejecuta sin que existan mediaciones ni una oposición política aunque sí mediática, que representa a los ya paralizados partidos políticos tradicionalistas (de derecha e izquierda).
Para terminar, otro asunto que nadie ha mencionado ni siquiera analizado a fondo: La admiración de Correa por los EEUU, su estilo de vida y su gente, la cual deja entrever cuando habla de su experiencias personales en el país del norte. Esto en parte porque la prensa y el mismo Correa se han encargado de darle más importancia a las críticas políticas al gobierno y Estado por puntos de vista y funcionamiento estructural. De la misma manera, el sentido de solidaridad que Correa trasluce cuando se refiere de manera concreta al presidente Obama se pierde cuando se tocan estas diferencias. El último y nuevo episodio de estas contradicciones se llama: rol de EEUU en Ecuador con motivo del tema libertad de prensa.