11-02 |
"Han perfeccionado los vicios de la partidocracia"
Perfil. Nació en octubre de 1946. Se inició en la política como gobernador del Guayas entre 1984 y 1988, designado por el presidente de aquel entonces, Ing. León Febres-Cordero. Se desempeñó también como diputado por la provincia desde 1998 hasta el 2000. Fue dos veces candidato a la presidencia de la República y actualmente ejerce su tercer periodo como alcalde de Guayaquil. Su primera postulación fue en el 2000.
JAIME NEBOT SAADI
"Han perfeccionado los vicios de la partidocracia"
Perfil. Nació en octubre de 1946. Se inició en la política como gobernador del Guayas entre 1984 y 1988, designado por el presidente de aquel entonces, Ing. León Febres-Cordero. Se desempeñó también como diputado por la provincia desde 1998 hasta el 2000. Fue dos veces candidato a la presidencia de la República y actualmente ejerce su tercer periodo como alcalde de Guayaquil. Su primera postulación fue en el 2000.
- ¿Usted desertó de la política?
- ¿Qué es política? Política es hacer lo mejor para los demás, para la gente que más necesita, para los pobres. Eso es lo que estoy haciendo y seguiré haciendo toda mi vida. Otra cosa es lo electoral, no creo que se necesite ser funcionario público para servir a una ciudad o a un país.
- Claro, pero hay gente que considera que usted... (interrumpe).
- Yo sé que para un periodista es una pregunta de interés y mi obligación es responderla, pero voy a aprovechar esta entrevista para pedir a políticos y periodistas que no especulen con mi nombre.
- ¿Por qué no?
- El 2002, después de una exitosa primera alcaldía, cuando me insistieron en la Presidencia de la República dije con claridad que no… A mí me interesa mucho mi país, la gente, y he demostrado luchar y servir donde el pueblo me ubicó, pero la Presidencia no me interesa en absoluto y no pienso cambiar de idea….
- ¿No le interesa porque perdió dos veces, por resentimiento?
- Soy acostumbrado a arriesgar y mi vida es un testimonio de riesgo. En la mayoría he sido exitoso, pero simplemente no está en mis planes y punto.
- Usted podría ser una contraparte electoral a la fuerza, liderazgo y vigor que tiene el presidente Correa. ¿Por qué no?
- Yo no cambio mi decisión. No me he dejado presionar nunca ni por adversarios ni por partidarios. Cuando sucedí a un alcalde muy exitoso como León me preocupé por seguir su camino… A mí siempre me preocupó que el día que me vaya mis compromisos hayan sido cumplidos y lo he hecho en exceso. Ahora Guayaquil es una ciudad que dejó de ser parte del problema y es parte de la solución, con una alcaldía mucho más cívica que política.
- Pero desde hace 10 años el país ha cambiado mucho, tiene un nuevo líder...
- Sí, pero yo no he cambiado.
- ¿Usted apoyaría la candidatura de Guillermo Laso, Paco Moncayo u otro aspirante?
- Mi función como alcalde no es esa, mi función es servir a mi ciudad y eso hago todos los días.
- ¿Qué piensa del presidente Correa, de su gestión?
- Hay cosas que ha hecho bien y cosas que ha hecho mal.
- ¿Cuáles ha hecho bien?
En vialidad ha hecho un trabajo notable. En economía coincidimos en nuestra forma de liberarse del yugo de una deuda externa terriblemente manejada contra los intereses del pueblo.
- ¿Y qué ha hecho mal?
En seguridad ha sido un fracaso. En dolarización el crédito, eso sí, es de todos (no por el Gobierno sino por la dolarización), pero me preocupa que el gasto público y el egreso de dólares se expandan y que el ingreso se contraiga por falta de confianza, de inversión, de crédito de fuentes regulares y no de facilidades petroleras como se está haciendo con China.
- ¿Qué le preocupa del país?
- En materia de libertad de expresión hay una manifestación totalitaria evidente. Y no estoy de acuerdo con eso.
- Cuando Febres-Cordero fue presidente y usted gobernador también hubo acciones totalitarias e intolerantes con la prensa…
- Dos errores no hacen un acierto, en el evento de que eso haya sido verdad. Yo no he sido intolerante con la prensa, mi estilo ha sido rebatir las acusaciones cuando las considero injustas, pero en el falso y no consentido supuesto que así hubiese sido, le pregunto, ¿el cambio es para cambiar lo que está mal o para hacer más malo lo que está mal?
- Cambiar lo que está mal…
- Entonces no es justificación lo que está ocurriendo ahora….
- Usted cree que estén en peligro la libertad de prensa y expresión?
- Francamente, sí….
- Y qué deberían hacer el ciudadano, el pueblo, la gente?
- Entender qué significa libertad de expresión y el libre albedrío…
- ¿La gente no entiende?
- El Estado llano piensa que este es un problema de los dueños de los medios, de los periodistas, de los analistas, pero no de ellos.
- ¿Y no es así?
- No es así. Hay que hacer meditar a los ciudadanos. Recordarles que si pueden denunciar y quejarse es gracias a la prensa, que la única forma de saber la verdad es gracias a los medios y que la verdad única es la verdad totalitaria.
- Pero el presidente Correa dice que los medios tradicionales han defendido grandes intereses económicos y políticos, han sido cómplices de la partidocracia, del movimiento socialcristiano…
- Yo creo que los medios se han equivocado muchas veces y quién no, pero, ¿usted realmente cree que los medios han defendido al Partido Social Cristiano?
- No todos...
- Entonces el Presidente está equivocado. Al revés, quizás los medios fallaron muchas veces al generalizar el ataque a las instituciones y a la institución política partidista: la justicia no es mala, los malos son algunos jueces; la Policía no es mala, los malos son algunos policías; la política no es mala, los malos son algunos políticos y algunos de sus actos, pero los medios generalizaron y mire las consecuencias. Creo que ni siquiera hay que revisar la historia, hay que leer un poco y nada más.
- Y el Gobierno justifica de esa manera tener medios propios…
- Zapatero a tus zapatos. Uno tiene que hacer bien lo que sabe y punto. La forma como se ha hecho esto de los medios del Gobierno es bastante novedosa, entre comillas, pero no creo en eso, jamás he creído y la prueba es que jamás lo he hecho ni intentado.
- Cuando el Presidente se refiere a usted en sus enlaces y a veces lo imita, ¿usted qué siente?
- Que cuando me imita hablando con voz de hombre, se le oye bien.
- ¿Él tiene una animadversión hacia usted, hacia ese Guayaquil que usted representa?
- Sus posiciones de carácter personal, de empatía o antipatía tiene que preguntárselas a él. En cuanto a Guayaquil yo me remito a los hechos: no pide nunca más de lo que le corresponde y no cede en lo que le corresponde. Cuando se trata de menoscabar los intereses del pueblo, Guayaquil reacciona como debe reaccionar, y cuando no es así se dedica a trabajar y progresar.
- ¿Qué pasó después de esa gran marcha que usted dijo que iba a ir a Montecristi y no fue?
- Yo nunca dije que iba a ir a Montecristi…
- ¿Seguro? Muchos le oímos...
- Alguien de la prensa dijo eso, pero yo lo que dije fue: si dividen la ciudad -como se pretendía dividir- en varios municipios iremos a Montecristi, pero eso no sucedió y por eso no fuimos. Sé muy bien lo que digo y lo que digo, lo hago.
- ¿Y luego cuando se sacó la camisa, se abrió el botón?
- Allí mostré un pecho que no usaba chaleco antibalas, porque nunca lo he usado. Y después de esa gran manifestación no se ha vuelto a molestar a Guayaquil.
- ¿Por eso no ha vuelto a hablar?
- Yo no he vuelto a quejarme de ataques contra Guayaquil porque no ha habido más ataques. Hoy algunos funcionarios se meten a tratar de jugar con la historia y los sentimientos de Guayaquil en el caso del monumento a León. He levantado mi voz que es la voz de la ciudad, porque a Febres-Cordero se lo puede criticar con o sin razón en muchísimos aspectos, pero nadie que no sea un odiador le puede negar el espacio en la reconstrucción de Guayaquil.
- ¿El monumento es al presidente o al alcalde León Febres-Cordero?
- El monumento es al hombre, pero siendo de Guayaquil es más a su alcalde, eso es clarísimo.
- ¿Está seguro que todos los guayaquileños están de acuerdo con ese monumento?
- La inmensa mayoría está de acuerdo. Hay que ser pluralistas, la historia, la sensatez y el civismo permiten que cuando la gente muere se reconozca lo que se tiene que reconocer.
- ¿Guayaquil cambiará de eje político en el futuro? Ya no hay PSC. Madera de Guerrero está débil…
- No, no, no. ¿Débil? Si acaba de ganar las elecciones abrumadoramente, no solo las de alcalde y concejales sino de diputados en Guayas. Si eso es debilidad... Pero, mire… Más allá de que el pueblo es libre de votar como quiera, es libre de equivocarse colectivamente. Pero, eso sí, la valla para ser alcalde de esta ciudad es muy alta, el pueblo aquí no va a elegir un aventurero, un payaso, un pillo, un inepto, un sectario…
- ¿Como alguien de Alianza País?
- No me refiero a ningún partido. Creo que los pueblos no deben acostumbrarse a personas indispensables ni las personas deben creerse indispensables. Creo que hasta los héroes aburren.
- ¿En quién piensa para futuro alcalde de Guayaquil?
Apoyaré al que crea que tiene honestidad, sagacidad, entereza, eficacia y solidaridad para continuar con una obra que ha sido juzgada por la historia y por el pueblo como positiva y que el 90% la apoya.
- Tiene nombres...
- Eso se verá en su momento. Pero la historia nos enseña que los malos tiempos pueden volver si se deja el espacio a los autores de los malos tiempos.
- A Febres-Cordero se le atribuía un control férreo de la justicia y de los poderes. ¿Quién controla ahora la justicia y los poderes?
- ¿Usted no lo sabe?
- Le pregunto a usted…
- Todos saben que es el Gobierno.
- ¿El poder cambió de manos entre Febres-Cordero y Correa?
- No me consta que León haya controlado la justicia.
- Ese control fue parte de un proyecto de la partidocracia...
- En esa tesis casi casi podría decir que a la partidocracia no le tenían odio por sus defectos, sino que le tenían envidia. Y ahora han logrado perfeccionar sus vicios.
Rubén Dario Buitron - Editor General