sábado, 21 de diciembre de 2024

Fin de un mal año (¿inicio de otro peor?)


La presidencia de Noboa en Ecuador nunca dio los frutos esperados, ni a corto ni a mediano plazo. Su rotundo fracaso en la administración del país y la absoluta falta la solución de las crisis sociales (extrema violencia, desempleo) lo han puesto a un paso de ser despedido del cargo. Pero, si acaso eso ocurre, ¿hacia dónde caminará Ecuador?

La permanente ausencia de alternativas políticas y la narco-corrupción estructural de Ecuador hacen imposible vislumbrar una alternativa creíble, realista, posible. Ni la derecha, ni la iozquierda ni el centro tienen cuadros que atraigan a los ecuatorianos. Y la inevitable sombra de Correa, sigue siendo tan despreciada como antes, como desde que se desenmascaró con pruebas contundentes la manera en la cual su grupo de trabajo se llevó el dinero del país en peso. ¿Qué pasará en las próximas elecciones? Difícil pronóntico, pero no imposible concluir que quien llegue al poder no tendrá ni el respaldo ni la fuerza de voluntad para enderezar ese barco a la deriva. La última crisis energética es también un símbolo de la sólida mediocridad de los políticos ecuatorianos, no importa la tendencia que tengan, no importa la ideología ni la clase social.

¿Y EEUU? La proyección es que el ataque gubernamnetal de Trump contra los inmigrantes ilegales (luego será contra los legales y luego con otros grupos, así opera el fascismo) ocupará la agenda de trabajo y las páginas de los diarios, sobre todo para ocultar los negociados, entre ellos los de bitcon y criptomonedas, la exoneración del pago de impuestos de los billonarios y quizá vender Ucrania a su jefe Putin. ¿Por cuánto tiempo los excesos de Trump serán aceptados? Difícil saber pues la normalización de la represión a varios niveles en EEUU es un mecanismo que opera diariamente. Gracias a la conversión de lo inaceptable es algo normal a la mayoría de los votantes de EEUU ya no le interesa si su candidato es un delincuente, abusador sexual o ratero de alto vuelo (todo comprbado en las cortes de NY con más de 30 sentencias). Para aquellos que hemos vivido tiempo en EEUU, este país empieza a ser irreconocible para parecerse cada vez más a Venezuela, Cuba, Nicaragua con sus respectivos dictadores, quienes coinciden en el programa de Trump, contradictoriamente, con sus enemigos del sur, sobre todo Milei y Bukele, alineados (pero con ínfulas personales) al programa económico del norte.

Cierra este año con la intromisión de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, en la política de EEUU pero no como espectador sino casi como presidente de facto: con un twitter alteró las decisiones del Congreso y otras más. Hoy el país se burla de un Trump que, viejo y altanero, resulta ser un muchacho malcriado comparado con el racionalismo de Musk y también el ultra-derechismo programático del vice-presidente Vance, apmil millones de dóresoyado por otro multimillonario. (Para aquellos que no siguen la política de EEUU, Musk invirtió 300 millones de dólares en la campaña de Trump, a los pocos días del triunfo se había beneficiado con aproximadamente 200 mil millones de dólares. Y hoy tiene un cargo que no existe en la admisnitración, pero que tiene como objetivo destruir algunas instituciones sociales de los estadounidenses, o privatizarlas).


Así con el 2024.

Esperemos que, contra todo mal pronóstico, yo esté equivocado 100% tanto en lo referido a Ecuador como a EEUU, dos países que quiero mucho.

¡Salud!

¡Y que venga ese 2025!





viernes, 8 de noviembre de 2024

Detalles y lecciones de una derrota

Escribí lo siguiente en mi comentario previo, días antes de las elecciones presidenciales de EEUU, cuando me resultaba evidente el divorcio entre los seguidores de Kamala y la realidad general:

"En lo que respecta propiamente a Kamala, ella cometió tres grandes errores que al final le podrían pasar factura: 1- fue irrelevante como vice-presidenta, 2- la oportunidad de oro que le dio Biden para demostrar que podía encarar grandes desafíos, cual fue solucionar el problema de la multitudinaria inmigración ilegal en la frontera sur (ella optó por excluirse y en vez de frentear el asunto, más vale cultivó una rutina tradicional de dar charlas en instituciones); 3- empezó su campaña ya muy atrasada como para que el electorado la conociera de verdad. A eso se debe sumar que en EEUU la inflación se disparó con Biden, en parte por la crisis mundial de Covid, en parte por los mismos ciclos capitalistas y en parte por errores cometidos por los asesores económicos, muchas veces impactados por las políticas internacionales (la invasión de Ucrania por Putin que desestabilizó Europa).

Hillary Clinton cometió el error de pensar que los sectores trabajadores de los estados en disputa eran incondicionales con el Partido Demócrata y ni siquiera hizo campaña, mientras Trump lo hacía hasta tres veces diarias. Kamala ha estado muy activa en ese sentido, pero los trabajadores ya están divididos y el electorado masculino (en clara lucha misógina en todo el mundo desde hace algunos años), incluyendo a los afro-americanos (como lo señala el mismo Obama) prefieren a Trump y no a una mujer en la Casa Blanca."


Quiero añadir ahora algunos detalles que han ido apareciendo como parte de la revisión de esta pérdida:

1- Kamala centró su campaña en la reivinicación del derecho al aborto para ganarse el apoyo de las votantes femeninas. Pero no fue suficiente, ni siquiera importante para la otra mitad del electorado. ¿Por qué? Porque sus prioridades eran la economía y la inmigración ilegal. Esto se ve claramente en las tantas estadísticas y porcentajes de votantes, segmentados por las encuestadoras en categorías de raza, etnia, edad, género sexual, lugar de habitación, etc. Los medios ofrecen abundante información al respecto.

2- ¿Qué dijo Kamala de la economía, tema principal para los votantes? Nada, casi nada o muy poco. Cuando hablaba de economía estaba claro que no era una persona versada en el asunto sino alguien que estaba aprendiendo al andar. Sus propuestas de apoyo a los pequeños comerciantes, préstamos de 50 mil dólares a familias que compraran casa por primera vez, eliminación de impuestos a varios sectores de la clase media, etc, no fueron repetidos ni promocionados como programa estelar (y lo eran). ¿Por qué? Porque estaba ocupada en lo del aborto y la lucha femenina. Irónicamente, las mujeres blancas de las periferias de las ciudades (zonas de gente con más dinero) apoyaron más a Trump, posiblemente porque cuando hay dinero no hay leyes que se cumplan. Kamala nunca centró su campaña en lo que siempre fue importante para los votantes: la economía. Nunca dijo lo que ella haría diferente. Un país en el que la inflación se disparó al 7% global (un escándalo en USA) pero que hizo que muchos productos de consumo diario subieran 30%-50% en menos de 4 años, es un país que necesita rectificar su rumbo cuando apremia, no al final, no ahora mismo.

3- ¿Qué dijo Kamala de la inmigración ilegal? Nada, casi nada o muy poco. Al inicio de la administración de Biden, el longevo presidente la puso a cargo de la crisis en la frontera del sur. Fue la oportunidad de oro para consagrarse como la presidenta ideal de USA. Lo único que tenía que hacer era dejar intacto el esquema de Trump y eliminar algunos excesos propios del fascismo ciego pero irrelevantes; y dedicarse a promover una política de consenso apoyada por republicanos y demócratas que protegiera los intereses de los trabajadores de USA (amenazados por la competencia que trabajaba por mucho menos y ponía en jaque a las famiulias de esos trabajadores). Kamala tenía que ser firme y "republicana" en la frontera sur. Pero, ¿qué hizo? NADA. Vio el problema y se fue de viaje a Mexico, Guatemala y otros países a convencerlos de que no emigren, sin entender siquiera el problema de esos países. Al final, se desapareció y luego anduvo, durante todos estos años como VP, dando charlas en universidades y organismos. De hecho, parecería que se veía como candidata luego de un supuesto segundo mandato de Biden. Los estragos que la gente de EEUU ha vivido por la inmigración ilegal son tremendos pero ocurren o se los ve solo donde ellos llegan: La pandilla venezolana mandada por Maduro (El tren de Aragua) llegó a la ciudad santuario de NYC y en menos de un mes tenían motos con las que asaltaban, corrían y hasta mataban a los transeúntes. NYC nunca vivió eso. Igual ha ocurrido en otras ciudades "demócratas". 


4- Entonces, ¿qué mismo ofrecía Kamala? Días mejores, así, en general. Consignas, apoyo específico, un estilo alegre y de contraste con el de Trump (siempre lleno de odio, revanchismo, personalismos). Mujer brillante, fuerte, profesional, congresista, fiscal, pero que tiene con un camino muy largo por recorrer en política y en liderazgo. A los tres graves errores anotados (ignorar los estragos de la inmigración ilegal, la severidad de la inflación y centrarse en la consigna del aborto) hay que sumar su promoción mediática: siempre con los mismos programas y gente que trabajaba para la franja de votantes femeninos, sobre todo jóvenes. Joe Rogan, un animador de peleas de MMA y que tiene un podcast con 40 millones de seguidores (de 30 años para abajo), al cual invita a dios y al diablo y por el cual ha pasado lo mejor y lo peor, invitó a Trump y estuvieron hablando por 3 horas. ¿Y Kamala? Declinó la invitación. Dos días antes de las elecciones. Rogan dio su voto por Trump. Toda la propaganda de Kamala se centró en atacar a su rival sin darse cuenta que sus seguidores ya lo conocen y no les importa lo malo que es. Pero insistieron hasta el final en eso. O sea, nunca pensaron que lo que hacían no cambiaba los resultados. Proyectaban todo lo malo que Trump hacía o decía, como si fuera importante: es como el cariño que la gente le tenía a Abdallah Bucaram, posiblemente el más nocivo político de la historia de Ecuador: llegó a la presidencia gracias a sus grotescas vulgaridades en las que la gente se reconocía.

¿Creen que los demócratas aprenderán de sus enemigos a corregir sus errores (sólo los enemigos revelan tus limitaciones, te ayudan a ser mejor)? Sabiendo que no aprendieron de la derrota de Hillary Clinton, ¿creen que será diferente ahora con Kamala? ¿Cómo será el gobierno de Trump?

Hay más tela que cortar, obviamente, pero ya no me corresponde. La vida es corta y me está llamando "el sol cuando sale, entra por mi ventana y se acuesta en mi cama".  

Publico esto para que la gente entienda mejor por qué Kamala perdió las elecciones. No por mí (yo voté por ella) pues mi camino hace tiempo dejó de ser éste o cualquier otro, y el que ando solo tiene un nombre: mi familia y, cuando no, Borges.















jueves, 31 de octubre de 2024

De por qué Kamala Harris puede perder las elecciones



Algo que siempre me llamó la atención de EEUU es el lujo que este país se da al mantener a la mitad de su población en la más abismal ignorancia. ¿Cómo tanto dinero para armas e inversiones desproporcinadas es regateado para educación y salud? Ese lujo de no atender las necesidades básicas de la gente, de favorecer desmedidamente a los multimillonarios con cero impuestos, mientras a los trabajadores les saca un tercio de su salario, es de una lógica perversa.

Cuando Hillary Clinton perdió las elecciones, estudiando más de cerca lo ocurrido, entendí con resignación que esa masa de "deplorables" es una necesidad para detener el progreso social. De hecho, ese ejército de social e intelectualmente marginado es el mejor caldo de cultivo para el populismo fascistoide de Trump y sus secuaces, esos que en cuatro años dilapidaron lo que había logrado Obama y saquearon los fondos del estado dejándolo nuevamente en ruinas para que otro demócrata (Biden) pusiera las cosas medianamente en orden.

Ese mismo ejército lumpen, que incluye a la gran mayoría de hombres y jóvenes votantes, desocupados, gente en crisis o francamente racista está en el corazón mismo de esta nación y sus resentimientos nunca dejaron de existir, siempre estuvieron esperando tomar la posta. Son los mismos que antes eran del KKK, luego se incrustaron en el partido republicano y aparecieron como Tea Party para bombardear la presidencia de Obama, de quien insistían en decir que no había nacido en EEUU, en medio de muchos disparates. Ahora se llaman MAGA.

A esa manipulación de la masa, tan usual en repúblicas del Tercer Mundo, Rusia, Corea del Norte, las teocracias musulmanas (o de cualquier religión) o la férreamente controlada China, la acompaña un bombardeo de mentiras, tergiversaciones y especulaciones que se han convertido en su fuente informativa primordial: Putin desarrolla una campaña a favor de Trump desde sus agencias que, gracias a Elon Musk y Twitter, siembran descontroladamente la desinformación necesaria contra Kamala. Algo parecido, aunque con mucho menos efecto, se encuentra haciendo Irán, que infiltró los archivos de Trump y envió la información a diarios alineados con los demócratas, aunque éstos rechazaron el regalo para no repetir lo que los republicanos hicieron con la traición de Assange cuando Putin entró a los archivos de Hillary Clinton y se los pasó a Wikileaks. (Sí, Wikileaks y Assange trabajaron y trabajan para Putin, tal como lo hizo y hace Rafael Correa, el que mantuvo con lujos a Assange en Londres).

Hoy, la clara división de votantes que se vive desde Reagan, amenaza con destruir los cimientos de la democracia de EEUU para transformarla en una tiranía controlada por conservadores multimillonarios. (¿Qué creen que quiere Musk, pagando millones en propaganda por Trump?). Los detalles se encuentran en un largo documento llamado Projecto 2025, escrito por los ideólogos del fascimo y nazismo de EEUU: 


Resumiendo: Hay una gran división en el electorado de EEUU y el bando republicano abiertamente ha  abrazado racismo, xenofobia, discriminación social y sexual. Abiertamente. (En su presidencia, Trump logró normalizar lo que antes era considerado regresión cultural y humana).


En lo que respecta propiamente a Kamala, ella cometió tres grandes errores que al final le podrían pasar factura: 1- fue irrelevante como vice-presidenta, 2- la oportunidad de oro que le dio Biden para demostrar que podía encarar grandes desafíos, cual fue solucionar el problema de la multitudinaria inmigración ilegal en la frontera sur (ella optó por excluirse y en vez de frentear el asunto, más vale cultivó una rutina tradicional de dar charlas en instituciones); 3- empezó su campaña ya muy atrasada como para que el electorado la conociera de verdad. A eso se debe sumar que en EEUU la inflación se disparó con Biden, en parte por la crisis mundial de Covid, en parte por los mismos ciclos capitalistas y en parte por errores cometidos por los asesores económicos, muchas veces impactados por las políticas internacionales (la invasión de Ucrania por Putin que desestabilizó Europa).

Hillary Clinton cometió el error de pensar que los sectores trabajadores de los estados en disputa eran incondicionales con el Partido Demócrata y ni siquiera hizo campaña, mientras Trump lo hacía hasta tres veces diarias. Kamala ha estado muy activa en ese sentido, pero los trabajadores ya están divididos y el electorado masculino (en clara lucha misógina en todo el mundo desde hace algunos años), incluyendo a los afro-americanos (como lo señala el mismo Obama) prefieren a Trump y no a una mujer en la Casa Blanca.

Estados Unidos, un país al que quiero mucho y me ha tratado siempre bien, me entristece de verlo en peligro de convertirse en otra nación del Tercer Mundo. Y cuando eso ocurra el mundo estará peor, salvo los millonarios. Si cuando a Estados Unidos le da gripe y al sur pneumonía, imaginarse lo que pasará cuando le dé cáncer.

Este escrito no es negativo ni un ejercicio de psicología inversa. Es de temor y pena por lo que se puede venir. Nosotros que hemos vivido en dictadura y bajo el crimen y la corrupción, sabemos lo que pasa cuando fuerzas destructivas se apoderan de un país (incluyo a "la izquierda" en esta generalización). Es un escrito realista. 

En caso de derrota, el siguiente paso es organizarse con la mitad vencida, usar sus recursos administrativos y preparar la resistencia. O morir.   






 

lunes, 7 de octubre de 2024

Adiós al recuerdo



A estas alturas, ya he perdido a muchos amigos y parientes. De ellos guardo en lo posible gratos recuerdos. Del breve transcurrir que es nuestra vida, de esos actos aparentemente insignificantes del diario transcurrir, acaso archivamos diminutos retazos en la memoria (aunque con orgullo puedo recordar con nitidez tres asaltos de los que he sido víctima). Cuando el tiempo lo permite, aparece el natural afán que es volver a recordar lo mejor de cada uno. 

A estas alturas, dije, recuerdo a Eduardo López, cuando a fines de los 80s caminamos un domingo de discoteca, completamente sobrios, desde Urdesa hasta el centro de Guayaqul, hablando de todo y con el mayor interés del mundo hasta despedirnos en la esquina de donde vivía. Dos años después me llamaron a contarme que había muerto, que se había hecho matar antes de que el sida le quitara el último suspiro. Fue una muerte truculenta, asicariada, en Manta.

Con Ricardo Maruri, en cambio, la propiedad de su biografía se extiende a lo que ya era recuerdo acumulado entre ambos. Ricardo era un hermano para mí y un hijo más para mis padres. A mi casa llegaba y se quedaba por el tiempo que quería y de ahí salía cuando lo deseaba, solo para regresar dos días después cual hijo prodigo. Sería muy largo enumerar los tantos pasajes y experiencias que compartimos, nuestras conversaciones, la música, mis frustraciones amorosas, el paulatino distanciamiento que atribuyo sobre todo a mi abandono y regresos intermitentes a Guayaquil.

Carlos Ríos, del barrio, no era de mis amigos más cercanos, pero era el único que hacía sentir cercano a cualquiera. Su aura lo llevaba de bromas y triviliadidades del trabajo hasta el partido de índor y la pelea. Su aura y transparencia lo convirtieron en el mejor de nosotros criterio similar compartí con Fernando Sabando -de otra esquina de la Ciudadela 9 de Octubre- al hablar del llorado Carlos Pazmiño, que era el mejor de ellos.

La formación del recuerdo y su importancia siempre me llamaron la atención. He comenzado lecturas en el asunto pero sería pretencioso resumir lo que los especialistas me enseñan y tratar de hacerlo pasar como mío. Sé que el recuerdo es una forma de recuperar en pasado: Borges lo hace afanosamente con su amiga Delia Elena San Marco, a quien quiere volver a ver luego del adiós. El mismo Borges, que en otra vida debió ser científico, neurólogo o acaso hombre del futuro, en su "Funes, el memorioso" nos lleva al temible ejemplo de alguien que no podía olvidar ningún detalle, ni de sí mismo ni de otros. 

Amigos y parientes ya han muerto, otros lo harán a su tiempo y yo también marcharé a ser hidrógeno, oxígeno, carbono, helio y acero. Unos ya se están yendo. Lo hacen poco a poco. Por ejemplo: ya no me reconocen, y si acaso lo hacen es brevemente, en un atisbo; desde una hendija nos ven pasar por su memoria como diciendo "a ese lo conozco, pero no me acuerdo bien" y cierran con fuerza la ventana. Así también se fue mi abuela mientras llamaba a Isidro Saén y a mi tío José Ignacio.

En mis últimas lecturas casi con alegría pude comprobar una sospecha que me negaron hace años: el  recuerdo está emparentado orgánicamente también al corazón. Es decir, todos los poemas y canciones del mundo en las que el corazón es protagonista de un recuerdo puede ser científicamente establecido. 

Hoy, ese corazón poco a poco recoge sus tereques. Poco a poco digo, como el poema de Medardo Angel Silva que aprendimos en el colegio: "Se va con algo mío la tarde que se aleja..."

The Neuroscience of Conversations

Why we remember — and forget. And what we can do about it

“Funes the Memorious" and Other Cases of Extraordinary Memory










jueves, 1 de agosto de 2024

El manifestante (Kurt Vonnegut, Cat's Cradel # 43)



H. Lowe Crosby opinaba que las dictaduras eran muchas veces algo bueno. No era una persona terrible ni un tonto. Le convenía enfrentarse al mundo con cierto humor  payasil, pero muchas de las cosas que tenía que decir sobre la indisciplinada humanidad no sólo eran divertidas sino ciertas.

El punto principal en el que su razón y su sentido del humor lo abandonaron fue cuando abordó la cuestión de qué se suponía que la gente debía hacer realmente con su tiempo en la Tierra.

Creía firmemente que se suponía debían construir bicicletas para él.

“Espero que San Lorenzo sea tan bueno como has oído que es”, dije.

“Sólo tengo que hablar con un hombre para averiguar si lo es o no”, dijo. “Cuando ‘Papa’ Monzano dé su palabra de honor sobre cualquier cosa en esa pequeña isla, eso es todo. Así es y así será”.

—Lo que me gusta —dijo Hazel— es que todos hablan inglés y son cristianos. Eso hace que las cosas sean mucho más fáciles.

—¿Sabes cómo tratan el crimen allí? —me preguntó Crosby.

—No.

—Allí no hay ningún crimen. «Papá» Monzano ha hecho que el crimen sea tan poco atractivo que nadie piensa en ello sin enfermarse. He oído que puedes dejar una billetera en medio de una acera y volver una semana después y estará allí, con todo dentro.

—Um.

—¿Sabes cuál es el castigo por robar algo?

—No.

—El gancho—dijo—. Sin multas, sin libertad condicional, sin treinta días de cárcel. Es el ganco. El aviso por robar, por asesinato, por incendio provocado, por traición, por violación, por ser un mirón. Si infringes una ley, cualquier maldita ley, es el anzuelo. Todo el mundo puede entenderlo, y San Lorenzo es el país con mejor comportamiento del mundo.

“¿Cuál es ese gancho?”

“Pusieron una horca, ¿ven? Dos postes y una viga transversal. Y luego tomaron un gran gancho de hierro y lo colgaron de la viga transversal. Luego agarraron a alguien lo suficientemente tonto como para violar la ley, le metieron la punta del gancho por un lado del vientre y le sacaron por el otro y lo soltaron... y allí estaba colgado, por Dios, un maldito infractor de la ley”.

“¡Dios mío!”

“No digo que sea bueno”, dijo Crosby, “pero tampoco digo que sea malo. A veces me pregunto si algo así no terminaría con la delincuencia juvenil. Tal vez el gancho sea un poco extremo para una democracia. La horca pública sería más apropiada. “Cuelguen a unos cuantos ladrones de coches delante de sus casas con las luces prendidas y carteles alrededor del cuello que digan: ‘Mamá, aquí está tu hijo’. Si hacen eso unas cuantas veces, creo que las cosas quedarán como las desean.

“Vimos esa cosa en el sótano de las figuras de cera de Londres”, dijo Hazel.

“¿Qué cosa?”, le pregunté.

“El gancho. En la Cámara de los Horrores, en el sótano, había una persona de cera colgando del gancho. Parecía tan real que me daban ganas de vomitar”.

“Harry Truman no se parecía en nada a Harry Truman”, dijo Crosby.

“¿Perdón?”.

“En las figuras de cera”, dijo Crosby. “La estatua de Truman no se parecía en nada a él”.

“La mayoría sí”, dijo Hazel.

“¿Había alguien en particular colgando del gancho?”, le pregunté.

“No lo creo. Era solo alguien”.

“¿Solo un manifestante?”, pregunté.

“Sí. Había una cortina de terciopelo negro delante y había que correrla para ver. Y había una nota clavada en la cortina que decía que los niños no debían mirar”.

“Pero los niños sí lo hicieron”, dijo Crosby. “Había niños allí abajo, y todos miraron”.

“Un cartel como ese es simplemente un cebo para los niños”, dijo Hazel.

“¿Cómo reaccionaron los niños cuando vieron a la persona en el gancho?”, pregunté.

“Oh”, dijo Hazel, “reaccionaron más o menos como lo hacen los adultos. Simplemente lo miraron y no dijeron nada, solo siguieron adelante para ver qué pasaba a continuación”.

“¿Qué pasó a continuación?”

“Era una silla de hierro en la que habían asado vivo a un hombre”, dijo Crosby. “Lo asaron por asesinar a su hijo”.

“Solo que, después de que lo asaron”, recordó Hazel con indiferencia, “descubrieron que, después de todo, no había asesinado a su hijo”.

domingo, 30 de junio de 2024

Historia personal de canciones relacionadas con la lluvia

Primero fue el tango. Y con el tango se dio una lúcida concresión de reflexión varonil, aura mediocritas, cierta tristeza y también aceptación del irremediable presente:

"Afuera es noche y llueve tanto

ven a mi lado, me dijiste 

Hoy tu palabra es como un manto,

un manto grato de amistad"

Yo era un pibe en esos años en que mi viejo ponía a todo volumen la radio en la mañana y el fin de semana el tocadiscos para escuchar los tangos con los que había crecido y nos hizo crecer (que Dios te tenga en su gloria, Benedicto, padre querido). Y así,se fue creando el sedimento musical y memorial que hoy reclama su puesto en el album de la vida que hemos vivido. En ese llamado de atención existencial, el tema de la lluvia es preponderante porque cubre mucho de lo que sentimos y pensamos antes y después y ahora mismo. ¿Cómo así? Quizá por la textura del agua, su transparencia y fluidez, su fuerza e imposibilidad de ser agarrada, acaso por la manera brusca en que se manifiesta -como el "aguacero de Mayo que va a caer" del que nos habla El Gran Combo de Puerto Rico, canción en la que la lluvia es parte del paisaje amoroso- o acaso directamente ligera como las gotas del Grupo Niche o mezclada con tierra y viento, como en el invencible "Huracán" de la Sonora Ponceña.

Yo era un pibe, dije arriba, un niño, un peladito. Pero la música estuvo siempre en mi vida. Y si estuvo en la mía estuvo en la de todos, como ocurre siempre en los hogares populares de ese trópico que resiste la muerte. Luego del tango vino el twist y en mi casa había en un LP del cubano Danny Puga.



"Lluvia que golpeas mi ventana

con tu suave tintineo

¡cuántos recuerdos!

Lluvia, tú me traes a la mente,

el pasado tan lejano 

que hoy vuelve a mí"

Así empieza la canción de los 60s y puedo asegurar sin arrogancia que aprendí de memoria todas las letras de ese disco. Esa canción devino en el primer ejemplo de la importancia de la lluvia como representación del sentimiento y mecanismo de expresión del amor, el adiós, la tristeza y la nostalgia, algo que los románticos del siglo XVIII y XIX exploraron con brillatez: 

"El gran amor que tú nunca entendiste

y a tu alma insensible nunca pudo llegar.

Fatalidad"

En la memoria de mi barrio, sin embargo, hay muchas otras referencias musicales. Quizá la primera de ellas, en son de balada ritmica y protesta social, pertenece a los Iracundos, un poco al impulso de lo que había sido la música pop y social en los EEUU en esa gran década, y adivinando el sentimiento de zozobra propio de toda juventud frente al futuro:

"Bajo un monte lleno de miedo y ambiciones

siempre debe haber ese algo que no muere.

Muchos de luchar están cansados 

y no creen más en nada de lo bueno de este mundo.

El mundo está cambiando y cambiará más.

El cielo se está nublando hasta ponerse a llorar.

Y la lluvia caerá, luego vendrá el sereno".

Pero la lluvia, que evoca tantas cosas, gracias a los mismos Iracundos nos llegó también como mensaje apocalíptico que cede al amor:

"Ya la lluvia terminó, 

el cielo ahora está azul para los dos".

Años más tarde, hacia fines de los 70s, gracias a la musicalización que Alberto Cortés hizo de un poema de Borges, escuché con atención y encanto, acaso también como callada derrota, estos versos:

"Bruscamente la tarde se ha aclarado

porque ya cae la lluvia minuciosa.

Cae o cayó, la lluvia es una cosa

que sin duda sucede en el pasado".

Para los 80s, en esa ruleta rusa musical que ha sido mi vida, la siguiente referencia se concreta en la voz de Eddie Santiago, en una salsa emblemática que describe una escena de amor y despedida:

"Lluvia, tus besos fríos como la lluvia

que gota a gota fueron enfriando

mi alma, mi cuerpo y mi ser.

Lluvia, tus manos frías como la lluvia

que día a día fueron enfriando

mi ardiente deseo y mi piel"

Ya para los 90s y en el mismo género musical, el tema de la lluvia, en la voz de Johnny Rivera me regresa a los dos últimos años que viví en Guayaquil:

"¿Cuando parará la lluvia en mi corazón?

¿Cuando dejará de hablarme con su voz?

Busco y no encuentro

sueño estar despierto y no entiendo

¿cuándo para la lluvia en mi corazón?

Al sentarme a recordar estas canciones, aparecen otras, en inglés, francés, italiano o portugués. Canciones que me han acompañado a lo largo de mi vida y me devuelven a mi propia historia pero de una manera menos reverencial y atenta. Casi buscando el olvido o dejándome llevar por sus aguas. 

Fiel también al otro que soy (que soy yo mismo) busco un puente entre el barrio y mis libros, entre mi corazón y mi mente, y siempre aparece la poesía del extrañado Fernando Nieto Cadena en sus poemas en los que nombra la lluvia en Guayaquil, esa que es llovizna, chaparrón, aguacero, aguacerón, inundación, diluvio. Y en ese puente, llegansdo al otyro lado, recuerdo que Chaucer y Cervantes saben de la lluvia en sus obras, que en la Iliada llueve sangre y que en la Biblia y la vida de sus santos es motivo frecuente. El otro que también soy recuerda los Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes, que con tanta simpatía y libertad escribió el tema de que llover es llorar. 

En la gran historia de las canciones personales sobre la lluvia, esa enciclopedia humana que jamás será escrita, entran éstas y muchas otras: 

https://www.theclinic.cl/2012/12/19/30-canciones-de-lluvia-para-escuchar-en-casa

Después de la mía te toca la tuya:













sábado, 1 de junio de 2024

Relatos de Patrel

Hoy veo a Patrel recuperado en distintos tiempos, siendo mi viejo por ejemplo, allá por los 50s. Está cantando canciones en el desaparecido Bogotá o un cuchitril de la calle Riobamba, bebiendo cerveza con David y Maruri un 24 de Julio en el barrio Las Peñas, frente a la ría. Lo veo tomar un bus a la Península, más arriba de Olón, acostado frente al mar, detrás de unos troncos que resisten las olas de la marea alta (tuvo que ser un día temible en el que amor había muerto). Veo a Patrel también en Soria, pescando con su padre, desaparecido del colegio, contándonos al regreso de la oscuridad de la noche que nunca nos deja. (Soria, otro al que no volví a ver nunca más). No había hablado con Patrel desde que se metió al Juglar, un grupo de teatro de fines de los 70s.  De hecho, nos vimos muy poco luego de que lo expulsaran del Alfaro. ¿Cuántos años pasaron? ¿Cinco? ¿Siete? ¿Diez? Imagino a Patrel casado, quizá más claro en sus planes o cambiando su rumbo, de regreso a Manabí, esa suma de Alausí, jungla de poetas, tiera seca, Palmira, asesinos, pájaros y pumas. 

Cuando Cachato entró a La Cofradía con la caja de discos, la gente se puso contenta. La Huasa, que se había refugiado en un rincón, le gritó "ya sabes cuáles son las mías" y Lechuga, que andaba acicalado para el largo fin de semana, replicó "nada, primero elegancia y después llanto". Y así, luego de conectar el equipo puso a todo volumen Mexico de noche de Bebu Silvetti, seguido de The Love Theme de Barry White y Nica's Dream de la Sonora Ponceña.

Papa Chola había llevado varias cajas de Lowenbrau porque la cervecería seguía en huelga. El Chugo, que había comprado un congelador de segunda mano, presto las puso a helar. Detrás del pequeño mostrador, la negra Linda comenzaba a destapar las botellas mientras una humareda de carne asada se metía agobiante desde la calle.

            La Rubia Carlos Ríos acababa de regresar de su trabajo y saludó a todos con su amplia sonrisa. Yo estaba sentado junto a la barra, hablando con la Chocota que se seguía burlando de mis amores imposibles y desgranando historias ajenas. Pero, en realidad, yo estaba recordando con agobio las cosas que habían pasado desde que entré a la universidad: la derrota electoral del FADI, el asesinato de Roldós que quedó en nada, la guerra con el Perú que también quedó en nada, el trabajo con el Sindicato de Ferroviarios que murió con el fin de la huelga. Dos, tres años perdidos o de pesadilla. Ya ni sabía. ¿En dónde estarán los poemas cortos que escribí?  ("Majadeo de mis manos en tu cuerpo"). ¿Habrá guardado Ligia la carta de amor que le escribí con tanto énfasis? Pasaron esos desamores y solo quedaron los LPs de Coltrane, Stan Getz y Charles Mingus que ponía al llegar a casa, derrotado por el tiempo, el lodo del sur, la lluvia del trópico, el cansancio y el no saber a dónde ir. De madrugada por esas calles/ la triste soledad que me acompaña / mientras las sombras se van muriendo/ el ruido del recuerdo de tu amor escuchaba al fondo la voz de Tito Cruz con el Apollo Sound de Roena. "Ya pues, ya pues" reclamó otra vez la Huasa desde el fondo, "las mías te dije", con una voz que sonaba medio soronga.

La Cofradía estaba llena. El micrófono para los cantantes estaba listo. Con paso fino entraron el moreteado Kakoko y doña Ana (que era mucha pinta para el man, pero bueno, Dios le da barba al que no tiene quijada), seguidos de Don Chowa, Magoo y el loco Roberto. El Chulo Nevarez, que aún era un muchacho agradable y estaba de mesero, sentó a los recién llegados frente a la tarima y les trajo cervezas frías envueltas en largas servilletas.

Cachato puso Telephone Line de Electric Light Orchestra y luego Last Train to London con lo cual las parejas se tiraron al ruedo y el gajo de siempre, o sea Lechuga, la Huasa, el Chugo y la Rubia se juntaron en una esquina para bochinchear mientras veían las luces de colores dar vueltas en las paredes y a los bailarines sangolotear el esqueleto. But I really want the night to last forever/ I really wanna be with you mezclándose poco a poco con Men at Work diciendo I can't get to sleep/ I think about the implication / Of diving in too deep/ And possibly the complications... seguido de Joe Jackson que al piano cantaba we are young but getting old/ before our time/ we'll leave the tv and the radio behind… steppin' out tonight.

Dejé La Cofradía un rato y salí a la esquina. En el parque estaban Cocojox, Rodi Carabalí, el cacho Bardales y en negro Ojito. Galleta, vestido todo de blanco como santero, preguntaba si tocaba chupar Cristal o Patito. Y todos que no, que era solo viernes de conversación porque había partido de fútbol al día siguiente. "Pero yo jugador no soy", dijo  Galleta. "Cristal va y con limón".

La noche de noviembre estaba fresca, el cielo abierto y cargado de estrellas y una luna inmensa que se quería ocultar detrás de los árboles. Noviembre, mes extraño, con una fiesta añorada, a treinta días, en un tiempo que pasaba cámara lenta. Diciembre está por llegar, me dije, ese mes de temor cuando afloran penas y alegrías y la gente llora sin saber por qué. Volví a La Cofradía mientras taqueban la botella de licor, le sacaban el diablo y le metían limón.

El loco Roberto ya había cantado su repertorio de Los Iracundos. Al tomar Magoocito el micrófono se quedó un instante viendo a la nada y luego dirigió sus ojos hacia Cachato que de inmediato dejó sonar el karaoke, Magoocito calmadamente cantó pasa y siéntate, tranquilízate/ si ya que estás aquí, qué más te da / imagínate, que yo no soy yo/ que soy el otro hombre, que esperabas ver.

Al llegar a la barra con sorpresa vi a David, Maruri, Gutiérrez y Macuchi parados, mirando a todos lados mientras con un vozarrón se oía a Magoocito que terminaba ronco la canción y me marchooo para siempreeee. Me miraron y David me dijo en seco: "Mataron a Patrel". Me quedé en suspenso y pretendí no haber escuchado nada. Ellos pidieron unas cervezas mientras alguien más tomaba el micrófono.

Decía que la última vez que vi a Patrel fue en la esquina de Aguirre y Boyacá, recogiendo periódicos viejos y botellas vacías junto a Roosevelt Valencia, Lucho Mueckay y Mauro Guerrero. Se les había ocurrido hacer un grupo de teatro y necesitaban dinero para el local. Me acerqué a él con sorpresa pero seguro de no equivocarme. Ya no conservaba ese aire de viejo ni el parsimonioso hablar y educadas maneras colegiales. Me vio y se lanzó a darme un abrazo diciendo hermano, a los años. Nos reímos, hablamos un poco y quedamos en vernos. Y lo hicimos mientras se pudo, suficiente para alumbrarlo en la lucha proletaria. Luego vino lo del partido, las facciones, los replanteamientos, mi seguridad de que todo había sido una manera infame de perder el tiempo, mientras que para él, contrariamente,  solo se abría un nuevo camino, una nueva etapa, como me dijo en su momento.

No comenté nada más en toda la noche. Ni pregunté ni pensé mucho en el asunto, solo lo recordaba en el colegio, en las escapadas para irnos a casa mientras mi vieja nos esperaba con jugos y panes. Habrían acaso cruzado en mi mente los insultos del último debate, cuando le dije que era un foquista, que yo había estado equivocado por meterlo en esa mierda, y me dijo que no, que eso lo había salvado, eso y el teatro, y que esa era la etapa final y que luego todo sería diferente o como antes, y que él apostaba todo su dinero al cambio. En las calles del barrio la gente se veía animada. "Mataron a Patrel y no fue Febres-Cordero", dijo otra vez David que, justamente, había puesto sobre la barra un libro de poemas de Roque Dalton.