Hace algunos meses, haciéndome eco de una sospecha que se había mencionado timidamente en otros blogs, anuncié que Trump podía ganar las elecciones presidenciales de EEUU. Mis notas venían de la elaboración que Taleb hace en su libro sobre "El Cisne negro" y los eventos nunca imaginados que, de repente, llegan y desbaratan todo orden pensado, establecido e imaginado, como fue el caso de los ataques terroristas del 11 de Septiembre en Estados Unidos, y la crisis económica del 2008.
Trump ha sido en realidad el Cisne Negro que nadie esperaba: heredero de la fortuna de su padre y conocido por ser un personaje de TV, su extremo narcisismo, su vulgaridad, el mal gusto y el odio hacia las minorías, con un record empresarial que se teje entre los desfalcos al estado (declaró, solo en un año, pérdidas de casi mil millones de dólares), las quiebras de negocios (casinos, hoteles y productos varios) y las maniobras ilegales que , contradictoriamente, atacó duramente en su campaña. El mar de contradicciones entre lo que Trump dice y hace no fue nunca motivo para que perdiera; muy por el contrario: mientras más la prensa se hacía eco de sus escandalosas declaraciones, más crecía su optimismo y el número de seguidores.
Hoy, llegados al tercer momento del fenómeno llamado Cisne Negro, que es de explicación de lo inesperado como algo que se podía predecir, anoto abajo algunas de las razones por las cuales Hillary Clinton perdió las elecciones:
1- Su imagen nunca tuvo acogida optimista por parte de la mayoría de votantes (para ellos Hillary es corrupta, mentirosa, ambiciosa);
2- Los hispanos votaron por ella en mayor volumen, pero Trump sacó también más votos hispanos de lo esperado, y muchísimos más de los blancos y blancas;
3- Jamás visitó Wisconsin porque daba por hecho que estaba bajo control demócrata, y sus campañas en Ohio, Michigan y Pennsylvania fueron menores (también los suponía demócratas, cuando los 4 estados votaron a favor de Trump);
4- Los afro-americanos y una gran cantidad de jóvenes votantes, potenciales seguidores de Bernie Sanders, simplemente no salieron a votar por ella, muchos por odio o resentimiento (gracias Wikileaks), otros porque pensaban que estaba asegurado su triunfo;
5- La incidencia de Wikileaks (a cargo de Julian Assange desde la Embajada de Ecuador y con el permiso de ese gobierno, en una sospechosa coincidencia con Putin) fue de bombardeo diario: diseminaron información confidencial o personal que levantaba más sospechas de la honestidad de Hillary (nada comparado con las pillerías de Trump, pero eso ya no importaba puesto que los republicanos centraron su ataque moralista en la deshonestiddad de Hillary, y al final nadie ve la paja en el ojo propio);
6- El rol de los medios de comunicación que dieron publicidad libre y gratuita 24/7 a Trump, quien sabe que no importa el contenido del escándalo sino estar en la mente de la gente, ser tema de conversación. Lo peor: convencieron al electorado de que Hillary era la segura ganadora, el Huffington Post, por ejemplo, le daba 97% de probabilidades de ganar a la demócrata (una estupidez);
7- El rol del director del FBI, el republicano Comey, quien 10 dias antes de la votación envió una carta al Congreso diciendo que habían encontrado nuevos emails de Hillary relacionados con los casos que le investigaban (le echan la culpa porque algunos diplomático fueron aseinados en Libia), con lo cual le quitó la viada que llevaba su candidatura; todo para 2 dias antes de la elección, cuando ya el daño estaba hecho, decir que no habían encontrado nada nuevo pues eran mensajes personales -ni siquiera de ella- o copias de otros emails;
8- El jamás haber evaluado ni haberse interesado en el descontento de millones de personas, en su mayoría hombres de raza blanca con poca educación, quienes han sufrido por más de 20 años los estragos del desempleo por culpa de la globalización; sobre todo en las zonas rurales del Mid-West (estados centrales) y que estaban hartos de la politiquería y los políticos tradicionales;
9- El hecho de que Trump capitalizó el respaldo de esos sectores -sin que haya habido una respuesta firme y detallada de Hillary- al ponerlos como eje de su campaña: crear trabajos, regresar a las industrias que se mudaron a otros países, terminar con los convenios internacionales, eliminar la emigración ("los mexicanos son, en su mayoría, delincuentes, violadores y rateros") y destruir los obstáculos que el gobierno pone a los empresarios, además de bajar impuestos (su plan lo hace para todos, pero con mucho mayor énfasis para los millonarios, o sea él mismo);
10- El bombardeo constante de una propaganda patriarcal y misógina: que si se viste así o asado, que no se sonríe, que si lo hace no es real, que habla muy en serio, que parece muy tensa, que apoya el aborto, gays, etc (anotar aquí lo que se les ocurra);
11- el hecho de que las personas de Trump ("la mayoría silenciosa" como se autodenominaron) salieron a votar en masa, en proporción ni siquiera imaginada por Trump ni su equipo, con lo cual vencieron el porcentaje de votantes latinos e hispanos y jóvenes;
12- El hecho de que la mayoría de mujeres blancas (con educación o sin educación) votó a favor de Trump, lo cual también estaba fuera de cálculo;
13- Finalmente, el que en EEUU no gane el que tiene mayoría de votos (Hillary) sino el llamado Colegio Electoral, el mismo que está lejos de representar la voluntad popular real, siendo un modelo del siglo XVIII que los políticos y congresistas, por extrañas razones, no consideran cambiar.
Por ahora eso. Con seguridad, habrá más razones con el transcurso de los días, pero por ahora estas son suficiente.
Hace pocas horas escuché en la radio a una entusiasta republicana, mujer de empresa, celebrar al presidente Trump. Al pedirle una explicación sobre su apoyo dijo que ellos, gente del sector metalúrgico, habían sido golpeados por productos chinos y europeos (no sabe que Trump usó metal chino en sus construcciones o no quiso saber), que los costos eran muy bajos y la competencia feroz (no recuerda que el capitalismo tiene esa contradiccón permanente y así se mueve, o no quiere recordar). Y cree que Trump, un millonario que ha hecho siempre lo contraio de lo que ellos quieren, era el candidato ideal porque "ha sufrido en carne propia esos problemas" (en realidad, Trump heredó su fortuna y la hizo crecer gracias a quebrar a otros inversores, pero eso tampoco importa).
A más de estas razones, digo, hay otras, pero pienso que no dan cuenta de algo que se repite mucho pero se piensa poco: el odio y la frustración vuelven ciegas a las personas, y uno, al final, termina viendo y creyendo lo que le conviene para justificarse.
Hay muchas cosas que recién aparecen y escándalos que ya no importan pero volverán a la mesa cuando se den cuenta del grave error de la decisión apocalítica de elegir al candidato más egoista y menos preparado en la historia de Estados Unidos, un tipo que tiene más de 70 juicios pendientes en la justicia ordinaria por desfalco, escándalos económicos, acoso sexual, etc, desde mucho antes de ser candidato.... Pero esa es una lección dura que demorará en ser expuesta como error histórico.
Hoy es el momento del triunfalismo, de la organización de un gabinete, del tono conciliatorio... Pasado el romance, veremos si existe Dios y ocurre el milagro de que Trump haga lo contrario de lo que predicó en la campaña a avivó el legendario racismo y el Klu Klu Klan, o será otro gobierno de farsantes que se quedaron con el oro robado, o empezará el camino para convertir Estados Unidos en un simple territorio de caos en su conversión al subdesarrollo y el tercermundismo.