jueves, 20 de febrero de 2025

La post-democracia estadounidense (o adiós a ese Estados Unidos ideal)




Es ya de dominio público lo que ocurre en EEUU desde que Trump es presidente. De las cientos de mentiras y exageraciones, aquí algunos puntos de esta nueva, agotadora y deprimente historia:

- Traición a los que votaron por él cuando les dijo que iba a bajar el precio de los víveres, solucionar la invasión rusa a Ucrania en 24 horas y deportar a los criminales ilegales violentos.

- Regalarle la presidencia a Elon Musk quien tiene a un grupo de adolescentes y jóvenes técnicos que están recortando decenas de miles de empleos en defensa estratégica, como FBI, CIA, NSA, aviación civil, salud, investigación científica, ingenier eléctrica y nuclear, etc; sin descontar educación, parques nacionales, seguridad social, ramas del arte y la agencia internacional, brazo diplomático de EEUU en el mundo: USAID. Lo siguiente es el Pentágono, sobre todo eliminar el 8% de su personal cada años, empezando por los generales que se han rebelado contra Trump.

- Estos recortes, que cualquier inocente vería con buenos ojos porque pensaría se trata de una burocracia inútil, en realidad incluye a enemigos directos del autoritarismo y raterías de Trump y Musk quienes estaban bajo investigación por diversos delitos. Incluyen también a viejos profesionales, militares activos y veteranos de guerra. Ha sido tanta la torpeza de Trump y Musk que el fin de semana  despidieron en masa a los encargados de la vigilancia nuclear. Cuando se dieron cuenta de la  burrada, los llamaron para que volvieran a sus trabajos, pero como les habían anulados también sus cuentas de email, no pudieron localizarlos.

- ¿Y la economía? De bajada. Los precios comienzan a subir lentamente y las compras en general bajan, mientras Canadá y México le respondieron a Trump de amenaza de impuestos e hicieron que él, como todo cobarde, se tirara para atrás cuando se lo pararon a raya con la misma amenaza. Hoy, Mexico, Canadá y también Europa -luego de esta semana de reprimendas y mentiras de Trump, Vance y otros sobre Rusia, Ucrania y Europa- buscan nuevas alianzas dejando de lado a EEUU, un país al que consideran con razón no confiable, sin palabra, sin seriedad. 

- Hay, al mismo tiempo, mucho de exageración y propaganda en lo que Trump ha hecho por su gente: nunca arrestó a criminales peligrosos, sino sobre todo a buenos trabajadores indocumentados, dejando campos e industrias y pequeños negocios vacíos, pues "los gringos" no quieren trabajar en esos puestos. Númeos de deportaciones que son más bajas que las de Obama y Biden. Mentira también resultó aquello de que iba a bajar los precios de los víveres, cosa imposible desde un gobierno, como todos sabemos. 

- Igual ocurre con los ataques a la comunidad LGBTQ y Acción Afirmativa, que han sido políticas que han permitido que muchos miembros de esos sectores marginados (incluyendo discapactados) hayan tenido empleo, acceso a educación y vivienda.

- Toda esta exageración tiene el fin de distraer a la gente de algo mucho más perverso que está ocurriendo: el robo de la base de datos personales y financieros de los habitantes de EEUU a través del grupo de Musk, la paralización (y robo de base de datos) de los sectores de defensa estratégica militar, los negociados vias bitcoin (algo que Milei trató de hacer pero quedó al descubierto), la promoción de bitcoin (Trump tiene su propia moneda) que, como cualquier persona bien informada, es al;go sin valor real pero que permite el lavado de dinero y es usado principalmemnte por los carteles de la droga y los negocios ilícitos. 

- ¿Quiénes se beneficia de todo esto? Trump, Musk y los republicanos, que están regalando el país a cambio de mantenerse como congresistas (una de las puerta más conocidas para hacerse multimillonarios). Pero también el patrón de Trump y Musk: Putin, quien sin pedirlo ha logrado que EEUU le quite su apoyo a Ucrania, acuse de dictador a Zelensky y diga que la guerra la inició Ucrania y que debió regalarle territorio a Putin desde el inicio.

- En la especulaciones geopolíticas, se incluye ahora la posibilidad de que Trump crea que el mundo se puede repartir en tres grandes potencias: Rusia dueña de Europa y Euroasia (un viejo ideal de algunos rusos), EEUU el continente americano (de ahí lo de invadir Panamá, robarse Groenlandia y hacer de Canadá un estado más) y China propietaria de Asia, aunque esto dejaría en segundo plano a potencia emergentes con afanes geopolíticos como Turquía, India y Brasil, acaso Sudáfrica.

- También se perfila que la razón de debilitar a los Estados Unidos desde adentro, a sus instituciones democráticas, tenga como fin crear un gobierno oligárquico de larga permanencia (Bezos, Musk, Zuckerberg), similar o equivalente al ruso, en donde, luego del fin de la URSS, los "camaradas" compraron "a precio de huevo" las industrias estratégicas y se conviertieron en dueños y exportadores de gas y petróleo, sobre todo. Esa oligarquía rusa, asesina y extremadamente corrupta, está unida y detrás de Putin (el que más dinero tiene) y tienen al aparato militar totalmente subordinado, a la vieja usanza soviética. De ahí el interés de Trump por debilitar la estructura de seguridad militar y sacar a sus enemigos, para él quedar como dictador en esta sociedad ya post-democrática, este EEUU irreconocible.

Irónicamente, esto que afecta a tantos millones de estadounidenses y (ex) aliados, es también motivo de celebración de la izquierda mundial, pues se trata del fin de su enemigo de siempre, el malvado imperio, el cual será reemplazado por el siempre bondadoso, noble y honrado gobierno de Putin. De hecho, este EEUU les va a gustar sin CIA, sin FBI, sin acosar a los "periodistas" soplones, esos que terminaron viviendo en Rusia o trabajando para Putin. 

Lo que anoto arriba, en cualquier otro país, habría sido motivo de inmediata destitución del traidor a la patria. Las fuerzas armadas ya habría disuelto el Congreso y formado un gobierno de transición para llamar a nuevas elecciones. Pero en EEUU todo esto es nuevo y no existe oposición política: los demócratas están de caída y los radicales de izquierda creen que marchando y gritando las cosas cambian. Así que el futuro es incierto en ese sentido. No para mí, lo confieso. Esto ya lo viví con mi generación durante las dictaduras militares de los 70s y en la inestabilidad política, represiva y corrupta de los 80s. Vivimos nuestra vida como pudimos y aprendidomos a navegar las aguas de la represión. Pero aquí esto es nuevo y no hay una tradición de ayuda social estable para apoyarse en emergencias. Así que espero cada vez lo peor con esta gente.

Ya anotaremos otros eventos de este nuevo EEUU que tanto querían lograr, contradictoriamente, Correa (empleado de Putin) y Noboa (admirador del empleado de Putin, Trump).













miércoles, 12 de febrero de 2025

Ecuador: una crisis estructural de confusos resultados

Ecuador es un país donde la corrupción ya no importa porque está en todos lados y ha sido normalizada. Los ciudadanos ahora se preocupan más por la violencia y la criminalidad (ni siquiera por el negocio de la droga como tal, eso ya es interés de ricos o periodistas) porque saben que con esos obstáculos no se puede trabajar, estudiar, viajar o disfrutar las pequeñas cosas de la vida, como una conversación con amigos o con la familia. La violencia paraliza todo y destruye todo. Ecuador buscaba a alguien que la detuviera. Y Noboa no fue capaz de hacerlo. De hecho, Enero batió records de violencia en la historia del país y, obviamente, le echó la culpa a jueces y abogados. 

Todos sabemos que el sistema judicial, público y privado, es altamente corrupto, delincuencial. Pero uno espera que un presidente no use lo obvio como excusa por no saber cómo hacer su trabajo. Si no puede mejorar las condiciones de vida de los ecuatorianos, por las razones que fueren, debería hacerse a un costado. 

Veamos ahora algunas cosas que las elecciones presidenciales han dejado al descubierto:

1- Noboa no estaba listo para un empate técnico.

2- Sus esfuerzos por promover ahora un supuesto "fraude" demuestran más bien desesperación y falta de autocríica (la cultura de las excusas en Ecuador es prepoderante).

3- Los votantes ecuatorianos, como muchos del mundo acostumbrados a perdonarle todo a la derecha y nada a la izquierda, esta vez han mandado un mensaje de molestia o al menos falta de respaldo a su labor.

4- Noboa no solo que prometió y no cumplió (bajar la violencia y la corrupción) sino que además se vio él mismo asociado a escándalos de corrupción de sus colaboradores en la fatal crisis eléctrica y las barcazas que nunca llegaron (así como la mega cárcel que nunca construyó).

5- La excusa de todo gobierno (decir que la culpa es siempre del regimen anterior o que la oposición no lo deja trabajar) ya no funcionan irremediablemente; la gente esperaba más de ese desconocido y joven político de hace un año que sorprendió y agradó a muchos. Y éste lo único que hizo fue perdonarse las deudas que sus empresas tenían con el estado. Golpe bajo.

Si Noboa quiere seguir siendo presidente, debe revisar su conducta como ejecutivo y candidato y promover un programa posible de cumplir, aunque ni siquiera incluya ya bajar la delincuencia, pues eso ya prometió y mintió. De pronto la necesidad de la gente juega a su favor. Sin emnbargo, parece que única posibilidad de ganar es que la gente rechace lo que Correa aún representa y apoye a "un empresario" y no a "un comunista". 

En el imaginario de la gente Luisa González no representa nada nuevo, ni propio ni autónomo de Correa, es solo su parlante. Quiero mantener esa infame idea para las líneas siguientes.


Una de las cosas más difíciles de explicar en la historia de América Latina es el gusto y regusto por los dictadores y la alianza de éstos con los estratos populares. Empezó como caudillismo aliado al campo en el siglo XIX (aunque viene desde el cacicazgo indígena y los líderes populistas españoles, conquistadores violentos, del período colonial) y se afianzó en el siglo XX a través de negociaciones de los eternos dictadores que coparon nuestros países. 

Otra cosa difícil de entender es por qué la gente le perdona todo a la derecha y nada a la  izquierda. Dirante el gobierno de Correa vimos a los camaradas se llevaban el dinero del estado en peso. Los miembros de su gabinete y colaboradores cercanos resultaron una bola de rateros que huyeron a la primera oportunidad. Pero, ¿no es acaso eso lo mismo que las oligarquías banqueras, comerciales y terratenientes han hecho a lo largo de la vida republicana? Se adueñaron de las tierras de los indígenas, los esclavizaron, crearon un estado de alianza entre ellos (el 5% de la sociedad) para llevarse recursos naturales, capitales de inversiones e impuestos. ¿Y quién dijo algo? Y lo hacen aún con la mayor desfachatez y apoyo gubernamental, y ¿quién los castiga en las urnas? Nadie. A la derecha se le perdona todo. Es como ese marido que traiciona y borracho llega a la casa en la mañana a golpear y exigir que se lo atienda. Y se lo atiende.

Quizá esa perversión histórica es la única que le puede ayudar a Noboa a ser reelegido. 

No veo otra razón. Noboa ha fallado. 



Pero parece que ahora la gente no está segura de que sea mala idea traer nuevamente a la bola de rateros de Correa porque, para ponerlo en términos conocidos: "robaban pero por lo menos no había violencia y se podía trabajar" (una frase parecida la escuchaba en mi barrio en los 80s cuando León fue presidente: "roba pero hace algo"). Claro, la gente siempre deja algo afuera en la conveniencia del recuerdo, como olvidar que fue Correa quién creó las condiciones legales para que entrara el narcotráfico.

Difícil elegir entre dos grupos de corruptos (uno desde siempre, el otro desde hace poco). Imposible confiar en ellos. Para complicar más las cosas, están los de siempre, los que son de izquierda cuando trabajan con la izquierda y de derecha cuando trabajan con la derecha. Esos siempre caen de pie, nunca mueren, nunca pierden, nunca se hacen problema. Los conozco, los he visto. Es gente peor que los narcos y las mafias más violentas porque le roban al pueblo y siguen viviendo la vida con una amplia sonrisa, como si nada pasara. Nunca se esconden, nadie los persigue.